Cooperativa de viviendas La Balma, Barcelona

Lacol, La Boqueria, Arquitectura, Barcelona

COOPERATIVA DE VIVIENDAS LA BALMA, BARCELONA
ARQUITECTOS: Lacol y La Boqueria
FOTOGRAFÍAS: Milena Villaba, Oriol Gómez

 

El edificio cuenta con 20 viviendas diseñadas a partir de una retícula de piezas de 16m² diáfanos coincidente con la estructura de madera contralaminada. Estas piezas permiten divisiones y distribuciones muy diversas, permitiendo al usuario decidir sobre sus espacios. Cada vivienda parte de una base de 50m² totalmente equipada, correspondiente a las tipologías pequeñas (S). Esta unidad básica se amplía con una o dos piezas, pasando a ser tipologías M o L. Las piezas que permite esta ampliación son espacios gestionados por la cooperativa. Esta gestión permite una flexibilidad real del sistema, y las viviendas se apropian de ellas de forma individual o compartida.

 

El edificio tiene 2 tipologías de estructura que optimizan las funciones de cada material, coste, rapidez de construcción e impacto ambiental. En contacto con el terreno y la calle se plantea estructura de hormigón armado (mínimo material mineral).

Para viviendas y espacios comunitarios se propone estructura de madera contralaminada, ofreciendo confort, espacios saludables y teniendo un impacto ambiental muy positivo en el conjunto del edificio (material orgánico y ligero).

Es un edificio ligero, donde predominan los materiales reutilizables y desmontables, que permite reducir la cimentación y directamente los materiales de origen mineral utilizados en el edificio.

 

El Camino antiguo de Valencia es un eje verde cargado de equipamientos por el barrio. La cooperativa quiere colaborar como un equipamiento más de ese eje, compartiendo espacios con el barrio y quiere expresar la riqueza de la vida comunitaria interior. Por eso tiene el acceso principal, todos los espacios comunitarios y las circulaciones verticales en la fachada norte, abriéndose al parque.

La estrategia medioambiental principal consiste en la reducción de la demanda en todos los consumos del edificio ofreciendo un buen confort climático y acústico equitativo a pesar de las diferentes condiciones de cada planta, de ahí que el edificio responda con una sección cambiante.

 

Del proceso participativo se extrae un programa de espacios comunitarios. Éstos son distribuidos en altura en todas las plantas del edificio, tomando un carácter diferente según el uso de cada espacio. Los espacios comunitarios y las circulaciones potencian las relaciones humanas, los encuentros espontáneos y las actividades de la cooperativa en todo el edificio. En la planta baja se sitúa la cocina-comedor comunitaria, espacio para bicicletas/taller abierto en el barrio, vestíbulo y dos locales comerciales dando a la calle Espronceda que gestionará la cooperativa. En el resto de plantas se distribuye el programa de piezas de pequeño formato, potenciando las circulaciones internas (sala polivalente, espacio de lectura, habitaciones de invitados, espacio de cuidados y lavandería). La cubierta totalmente accesible, se entiende como el espacio exterior de la cooperativa. Una terraza de más de 300 m² que las vecinas podrán equipar con huertos productivos, espacio de sombra y esparcimiento. Las circulaciones acompañan siempre a los espacios comunitarios. Son espacios abiertos, ventilados y soleados, queriendo dignificar estos espacios, a menudo minimizados, entendiéndolos como espacios de socialización y de reposo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lacol, La Boqueria, Arquitectura, Barcelona

Cooperativa de viviendas La Balma, Barcelona

Arquitectos: Lacol y La Boqueria

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