Parque en la Colina del Levantamiento de Varsovia. Polonia
Arquitectos: archigrest, topoScape
Fotografías: Michał Szlaga
El nuevo parque en La Colina del Levantamiento es el ganador de El Premio Europeo del Espacio Público Urbano 2024. Se sitúa en el centro de Varsovia integrando de forma innovadora la historia de la zona y recicla ruinas de la Segunda Guerra Mundial para crear un espacio público accesible y agradable que combina memoria, ocio y sensibilidad ecológica.
Las intervenciones se centraron en la adaptación del área del montículo a las necesidades de todos los usuarios, cosa que, a causa del terreno complejo, requirió la introducción de pasarelas y la construcción de barrancos artificiales. Con la ayuda de especialistas, se usaron tecnologías para hacer hormigón a partir de los escombros. Las pendientes de los barrancos resultantes recuerdan a las capas geológicas de un montículo antropogénico. En el proyecto se incluyeron características recreativas, con numerosas áreas de descanso y paseo, y un parque infantil.
El esquema de plantación se desarrolló en colaboración con un especialista en fitosociología. El punto de partida fue un análisis de los procesos naturales iniciados por especies pioneras e invasoras, seguido de un modelo posterior para nuevos ecosistemas. Como parte del proyecto educativo y de divulgación, junto con un historiador y un educador de la naturaleza, se implementó una exposición al aire libre dedicada a la reconstrucción de Varsovia y al nuevo tipo de paisaje generado.
Este parque es un testimonio claro de la reconstrucción postbélica de Varsovia y, a la vez, tiene el valor de anticiparse a los criterios actuales de la economía circular. Por un lado, el proyecto ha reforzado el sentimiento de pertenencia de la ciudadanía a este lugar, que ahora conoce mejor su historia y puede apreciar el aprovechamiento de los escombros que dieron lugar al montículo. Por otro lado, proporciona a la ciudad una nueva zona verde resiliente al cambio climático, gracias a las estrategias de gestión del paisaje y al aprovechamiento de la naturaleza que de manera espontánea ha crecido en el montículo. La obra final ha mejorado los accesos al parque, facilitado su uso y aumentado la sensación de seguridad de los usuarios. Por todo ello, la intervención ha mejorado significativamente la calidad de vida de los residentes y ha reforzado su identificación con el montículo, reforzando así el sentimiento de comunidad.