El tendón rotuliano se inserta en la parte inferior de la rótula y en la tibia. Hablamos de uno de los tendones más grandes y potentes del cuerpo, puesto que tiene que impulsarnos para vencer la gravedad mientras estamos corriendo, saltando o simplemente caminando.
La tendinitis rotuliana conocida también como “rodilla del saltador” es una lesión muy común en deportistas y en aquellas personas que practican deportes que incluyan saltos y/o cambios de giro y dirección agresivas. Aunque también puede afectar a cualquier persona que en su actividad habitual tenga una sobrecarga en las articulaciones de las rodillas.
El tendón rotuliano juega un papel clave a la hora de extender la rodilla y realizar acciones tan cotidianas como subir y bajar escaleras, caminar, saltar, agacharse o sentarse.
Síntomas de tendinitis de rodilla
El síntoma principal de la tendinitis rotuliana es el dolor, generalmente localizado entre la rótula y el punto de unión del tendón con la tibia o hueso de la espinilla.
Suele aparecer al comienzo de la actividad física o después de realizar ejercicios intensos.
Pasado un tiempo, la situación empeora, el dolor se agrava hasta el punto de dificultar los movimientos diarios. Puede aparecer rigidez de rodilla, dolor al flexionar o debilidad en la pierna.
Causas de la tendinitis rotuliana
Al tratarse de una lesión por un uso excesivo y repetitivo del tendón rotuliano, se producen una serie de pequeños desgarros en el tendón. A medida que estos desgarros se multiplican, causan más dolor por la inflamación y el debilitamiento del tendón. Cuando esta situación se alarga en el tiempo, se produce una tendinopatía o tendinitis rotuliana.
Otra de las causas a destacar son los factores congénitos y enfermedades de carácter metabólico como la diabetes, desviación de la rótula, desequilibrios musculares de las piernas o rigidez de los músculos de las piernas.
También es muy común, en la aparición de esta patología, la falta de estiramientos y calentamiento previo a la práctica del deporte o las malas posturas y técnicas. En definitiva, una inadecuada planificación y preparación de entrenamientos.
Cronificación de la tendinitis rotuliana
La tendinitis crónica ocurre cuando se hace recurrente en el tiempo sin tener una recuperación adecuada. En algunos casos, aun llevando un tratamiento de reposo, fisioterapia y medicación, no es efectivo y, tanto el dolor como la inflamación, se alargan en el tiempo haciéndose persistentes.
Los síntomas de la tendinitis crónica más comunes son:
- Mayor sensibilidad en la zona
- Hinchazón leve
- Algunas veces, enrojecimiento o irradiación de calor en la zona
- Dolor progresivo que se vuelve agudo e intenso al intentar mover la pierna o articulación
Tratamiento para la tendinitis rotuliana
El tratamiento debe ser personalizado y adaptado a cada paciente en función de la dolencia, la causa y el tiempo que lleve con esta patología. La recuperación de esta lesión es lenta y puede llevar varios meses.
Lo principal es el reposo o la disminución de la actividad física.
- Tratamiento farmacológico para calmar el dolor y bajar la inflamación con analgésicos y antiinflamatorios.
- Aplicación de frío local que ayudará a bajar la inflamación de la zona.
- Fisioterapia por la que, a través de los ejercicios dirigidos por un profesional, ayudarán a fortalecer los músculos de la rodilla.
- Cirugía cuando pasado un tiempo prudencial (3 meses), el dolor persiste. Consiste en realizar uno pequeños cortes laterales en el tendón rotuliano para aliviar la presión de la zona, y extracción de tejido inflamado o de la parte dañada del tendón
- Infiltración de factores de crecimiento derivados de plaquetas o células madre cuyo objetivo es la regeneración del tendón rotuliano dañado.
Tipos de tendinitis rotuliana
Se pueden diferenciar varios tipos de tendinitis rotuliana:
- Tendinopatía del tendón rotuliano proximal donde las fibras del tendón sufren un desgaste por roce excesivo o sobrecarga
- Tendinopatía del tendón rotuliano distal en la cual aparecen calcificaciones próximas a la tibia
- Neovascularización tendinosa en cuyo caso se producen cambios en el tendón creándose micro-vasos y fibras nerviosas causantes del dolor