CA NA PAU. Binissalem, Mallorca
Arquitectos: munarq arquitectos
Fotografías: Ricard Lopez
Ca na Pau es un hábitat diseñado a partir de los recursos disponibles, en este caso, un tipo específico de tierra que presenta una excelente cohesión, utilizada para construir todos los muros de la casa.
En palabras de los arquitectos: “En nuestros proyectos, siempre partimos del material como base fundamental. En el centro de nuestro proceso de diseño se encuentra la convicción de que la arquitectura no debe imponerse sobre su entorno, sino que debe emerger de él. Nos inspiramos en la naturaleza, permitiendo que el entorno guíe nuestras elecciones de materiales y técnicas”.
La idea de oasis surge de la necesidad de protección frente a la inmensidad del campo, el viento y el sol, así como de la intención de continuar con la tradición del patio en la arquitectura mediterránea. Vivir en el campo significa estar expuesto a los elementos y tener una sensación de amplitud. Para contrarrestar esto, la casa incorpora el concepto de patio, con una superficie igual a la de la casa principal.
El patio es un recinto resguardado, que protege del sol, del viento y de la inmensidad del terreno, que encierra en un espacio semicerrado a la vez que abre huecos que ofrecen vistas.
El sistema constructivo se basa en muros de balasto: tierra mezclada con áridos de diversos tamaños, piedra y cal. Para los muros de cerramiento interior, el balasto es de 25cm de espesor, con 10cm de aislamiento de fibra de madera y un muro de ladrillo cerámico local de 20cm de espesor. La impermeabilización se logra con una membrana de difusión abierta colocada entre los dos muros para garantizar la transpirabilidad de los cerramientos.
Los muros de balasto representan un enfoque sustentable e innovador para la construcción, aprovechando materiales naturales para crear estructuras efectivas y duraderas. El uso de tierra mezclada con agregados y cal no solo proporciona estabilidad estructural, sino que también contribuye a la masa térmica, ayudando a regular las temperaturas interiores. La inclusión de aislamiento de fibra de madera mejora la eficiencia energética del edificio al reducir la pérdida de calor y mejorar el confort. Los ladrillos cerámicos locales añaden una capa adicional de protección térmica y durabilidad.
En el interior, las particiones están revestidas con una mezcla de tierra y cal, creando un ambiente higrotérmico favorable para nuestro clima húmedo. Esta técnica tradicional no solo mejora el rendimiento térmico del edificio, sino que también contribuye a una mejor calidad del aire interior al regular los niveles de humedad. Este enfoque no solo mejora la eficiencia energética, sino que también reduce el riesgo de moho y condensación, lo que lo hace particularmente adecuado para regiones con alta humedad. Además, el uso de materiales locales se alinea con las prácticas de construcción sustentables, ofreciendo beneficios tanto ambientales como económicos. La mezcla de tierra y cal actúa como un amortiguador natural, absorbiendo y liberando la humedad para mantener un clima interior cómodo y estable.
El techo está aislado con bloques de paja de 35x40x80cm, que se colocan entre vigas de madera laminada. Los bloques de paja no solo ofrecen excelentes propiedades de aislamiento, sino que también contribuyen a las prácticas de construcción sostenibles al utilizar materiales naturales y renovables. La combinación de paja y madera laminada mejora la eficiencia energética general del edificio, lo que ayuda a regular las temperaturas interiores de manera eficaz.
Los bloques de paja, encajados entre las vigas, forman una barrera térmica robusta que minimiza la pérdida de calor y mejora el confort interior. Además, este material de aislamiento natural favorece la regulación de la humedad y la transpirabilidad, cruciales para mantener un clima interior saludable. El uso de paja se alinea con los principios de construcción ecológicos, lo que reduce la dependencia de materiales sintéticos y disminuye el impacto ambiental del edificio.