Durante los meses de invierno miles de personas suben cada año a la montaña para practicar deportes de invierno y disfrutar de la naturaleza. Lo que algunos no tienen en cuenta es el peligro de lesiones en los ojos, dado que la nieve llega a reflejar en torno al 80% de la luz solar, haciendo que nuestro globo ocular reciba mucha más luz de lo normal.
Los daños oculares derivados de la práctica de deportes de invierno pueden producir conjuntivitis, queratitis, lesiones de retina, llegando incluso a provocar la llamada ceguera de invierno (queratitis solar) que se deben mayoritariamente a las radiaciones ultravioleta, cambios atmosféricos y a las partículas presentes en el aire, como microcristales de hielo.
Riesgo de lesiones en los ojos por la nieve
Como vemos, el riesgo de lesiones en los ojos por la nieve es muy elevado si no usamos protección. Las partes más sensibles y expuestas serán la córnea, la conjuntiva y el cristalino. Las lesiones en las zonas superficiales se suelen curar o se pueden operar en la mayoría de los casos. En cuanto al cristalino, una sobreexposición a los rayos UV puede ocasionar un envejecimiento prematuro, haciendo que se desarrollen cataratas antes de lo normal. Si los daños han afectado a la retina a menudo son irreparables.
Oftalmia de la nieve
La oftalmia de la nieve -inflamación de la córnea y la conjuntiva debido al exceso de radiación- es una de las lesiones oculares más frecuentes entre los practicantes de esquí y alpinismo.
Al igual que las quemaduras en la piel, los síntomas aparecen a las pocas horas tras la exposición, entre ellos picor, dolor, enrojecimiento, lagrimeo y molestias por la luz. Si eso ocurre, hay que evitar frotarse los ojos para no empeorar la lesión y acudir al oftalmólogo lo antes posible.
Las imprescindibles gafas de sol
Para protegernos y evitar el daño ocular se recomienda el uso de gafas de sol durante toda la estancia en el exterior, no únicamente cuando estemos realizando el deporte. Las gafas deben de tener filtros protectores frente a los rayos UVA y UVB, así como estar homologadas llevando el sello CE. Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, tenemos a nuestro alcance modelos para la nieve con distintas características:
- Bloqueadoras del 99% de la radiación UV: algunas lentes pueden incluir un texto referido a la “absorción hasta 400nm”, garantía de que cuentan con un filtro 100% de UV.
- Bloqueadoras de la banda azul: las lentes son usualmente de color amarillo o ámbar para mejorar la definición de los objetos distantes, especialmente en la nieve y en la niebla. Son usadas habitualmente por esquiadores, pilotos y cazadores.
- Polarizadas para esquiar: las lentes polarizadas eliminan con gran efectividad los deslumbramientos y mejoran y aumentan el contraste y la percepción de los colores.
- Foto-cromáticas: responden automáticamente a la intensidad de luz ultravioleta, oscureciéndose cuando hay mucha luz y aclarándose con la baja iluminación Permiten adaptarse a condiciones climáticas variables a la vez que filtran el 100% de los rayos UV.
- Con lentes y monturas curvadas: su curvatura se adapta a la forma de la cara y reduce la cantidad de rayos laterales y traseros que alcanzan el interior de la lente, permitiendo, además, una visión panorámica y protegiendo los ojos del polvo.
- Con policarbonatos: a pesar de su ligereza, se caracterizan por una fuerte resistencia a golpes o impactos.
- Con lentes estabilizadoras: armonizan las fluctuaciones causadas por la luz y la sombra, impidiendo que el ojo se canse.