Centro de día para personas dependientes en Meliana, Valencia
Arquitectos: Marta Parra Casado; Clara Rius i Sambeat; Juan Manuel Herranz Molina; Ramón Torrents i Pairo
Fotografía: Milena Villalba
El proyecto surge de la necesidad del Ayuntamiento de abordar un equipamiento público para sus mayores, dando respuesta a dos grandes inquietudes: la necesidad de repensar el modo en que un edificio se relaciona con sus usuarios cuando éstos son personas altamente vulnerables, y crear un sistema constructivo más sostenible.
El edificio se distribuye en una planta, apostando por la accesibilidad horizontal y organizándose en torno a un patio. Cuenta con una circulación principal que se va fragmentando a lo largo del recorrido, en el que van apareciendo diferentes espacios, concebidos para estimular las capacidades de cada uno de sus usuarios, mediante espacios enriquecidos, con diversidad de estímulos sensoriales, que acompañan a los mayores en su interrelación con su entorno, de una manera activa y positiva.
El edificio funciona como un “tercer cuidador” que, a través de sus espacios, genera el bienestar y el confort que necesitan sus usuarios: personas mayores dependientes y vulnerables. El espacio puede ayudar a cuidar de nuestros mayores, aportando espacios dignos y saludables, en los que las personas se sientan bien, con un edificio que promueve el movimiento, la conexión con lo natural y las relaciones de sus usuarios, mediante la sucesión de espacios significativos, sensorialmente adecuados a las necesidades físicas y emocionales de los mayores dependientes y demás usuarios. El edificio es respetuoso también con el medioambiente, mediante un sistema constructivo altamente sostenible y de muy baja huella de carbono, realizado con madera y paja, cerrando el círculo de la humanización y la sostenibilidad, como base para un edificio que genere bienestar.
El proyecto propone una planta innovadora que favorece el movimiento y la deambulación de sus usuarios, promoviendo la relaciones entre ellos, y el modo de vivir el edificio. Esta renovación tipológica, junto con su construcción, se aleja de los espacios hostiles habituales en los centros de mayores. El edificio aúna la humanización de sus entornos sensorialmente diseñados para el mantenimiento de las capacidades físicas y emocionales de sus usuarios, con la innovación tecnológica-constructiva en el uso especializado de madera y paja. El proceso de prefabricación garantiza la calidad y las prestaciones del conjunto, consiguiendo una alta calidad arquitectónica, en su estructura, su envolvente y espacios interiores.