El estudio Piano Piano está formado por Maria Donnini y Maria Grifo, arquitectas por la ETSA de València. Con trayectorias cruzadas entre Italia y Portugal suman experiencias y comienzan a trabajar juntas en el estudio Piano Piano. Situadas en la ciudad de València, transmiten el interés por el habitar a las diferentes personas que les confían sus hogares, a la vez que trabajan en la importancia de cuidar la ciudad, mejorar y ampliar sus recursos estableciendo relaciones afectivas con el entorno que proyectan.
¿Quiénes componen el estudio?
Piano Piano somos Maria Donnini y Maria Grifo, arquitectas por la ETSA de València. Contamos con colaboradores cuando surge la necesidad de hacer grupos de trabajo en el momento que un proyecto lo requiere.
¿A qué os dedicáis? ¿Qué tipo de trabajo realizáis?
Nos gusta pensar que nuestra aproximación progresiva a los proyectos es siempre la misma, sea cual sea su escala y cometido: un objeto cotidiano, un espacio expositivo, una mínima intervención interior, la construcción de un edificio o resolver un entorno urbano.
Para nosotras, un proyecto es aditivo en el que se van superponiendo nuevas capas a medida que aumenta su complejidad. Pero en todos ellos, partimos de una base sólida en la que hay investigación, aprendizaje, innovación y tradición.
¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
Compartimos una filosofía de trabajo que nos permite perseverar en las soluciones y generar una base sólida a partir de la cual, siendo extremadamente analíticas, conseguimos encontrar la síntesis de cada proyecto de una manera conceptual. Trabajamos alrededor de tres ideas que, lejos de ser aplicadas como una receta paso a paso, conforman un proceso: acotar las escalas en las distintas esferas del proyecto para atender a su especialidad y a la vida futura que se dará en él, realizar una investigación que determine los principios formales del proyecto a partir de reglas geométricas y, por último, ponemos especial interés en la materialidad, en aquello que es visible pero que, a nuestro parecer, solo es bueno si tiene un por qué y no es un mero capricho, si acompaña a la espacialidad como actitud sensitiva y si se enraiza en un lugar y en un tiempo determinado.
¿Qué recomendaciones darías a los que empiezan?
Que piensen en las personas que ocuparán los espacios que van a proyectar, que mimen y traten con cariño e ilusión el trabajo que realizan, y si lo consiguen es que están haciendo lo que de verdad les gusta, por tanto los resultados serán buenos.
La casa del cantó, Foios. Milena VIllalba: El acceso como telón de fondo salpicado por elementos cerámicos que crean una escenografía.
La excusa de tomar el té, Russafa. Milena VIllalba: Un proyecto de gestos sencillos, de detalles, de pocas cosas bien dispuestas.
Casa de recortes y fragmentos, Monteolivete. Pablo Latorre: organizar una vivienda a partir de planos dispuestos en el espacio
El octógono de Pelayo, La Roqueta. Milena Villalba: una pieza geométrica a partir de la que distribuir los espacios.