Rinoplastia: todo lo que debes saber

rinoplastia

La rinoplastia es la intervención estética y funcional que se encarga de la corrección de las deformidades de la nariz, tratando las estructuras osteocartilaginosas nasales para corregir tanto la forma externa de la nariz como la desviación del tabique nasal. Es una de las intervenciones de cirugía estética más demandada en nuestro país por ambos sexos y de las que requieren mayor personalización, puesto que no existen dos rinoplastias iguales

Su objetivo es devolver la armonía facial del paciente adaptando su nariz a los rasgos estructurales de su cara y conseguir un resultado natural evitando que la nariz parezca operada.

La rinoplastia puede corregir la raíz de la nariz, enderezarla o reducir y rotar la punta para obtener los resultados deseados según las necesidades de cada persona:

  • Corrección de la raíz: la raíz es la parte superior de la nariz. Junto con el cartílago subyacente, pueden ser grandes y ocasionar un bulto o tener poca profundidad y causar una depresión. El cirujano puede rebajar cuidadosamente para eliminar las imperfecciones o agregar volumen empleando el mismo cartílago de la nariz del paciente, dando como resultado una nariz mucho más recta.
  • Enderezamiento de la nariz: cuando la nariz está ligeramente torcida o sesgada, el cirujano puede solucionar la situación retirando un poco de hueso o cartílago. Suele usarse una férula para mantener la nariz con el menor movimiento posible mientras cicatriza.
  • Reducción y rotación de punta: la rotación se refiere a la curva hacia arriba o abajo de la punta de la nariz. En el caso de que esta carezca de definición o sea muy fina, puede deberse a una falta de rotación adecuada. El cirujano reajustará la punta de la nariz mediante el uso de cartílago, prestando especial atención a la base.

La rinoplastia requiere anestesia local con sedación o anestesia general, según la complejidad de la cirugía. El paciente puede ser dado de alta una vez que los efectos residuales de la anestesia hayan pasado, normalmente unas 3-6 horas después de la intervención o al día siguiente, dependiendo de la complejidad de la rinoplastia, del tipo de taponamiento, etc.

Durante los primeros días se debe mantener un reposo relativo, ingiriendo abundantes líquidos (debido a la sequedad oral que produce respirar por la boca) y tomando los analgésicos y demás medicamentos prescritos. En general, no es un postoperatorio doloroso. La principal molestia radica en tener la nariz obstruida los primeros días. La férula y el vendaje nasal se mantendrán de 1 a 3 semanas.

La colocación de la cicatriz difiere si es una rinoplastia cerrada (dentro de las fosas nasales) o abierta (incisión en la piel que separa ambas fosas); no obstante, en ambos casos quedan ocultas, son mínimas y apenas perceptibles.

Hay que tener en cuenta que esta intervención produce, al principio, una gran inflamación en la nariz y en el área alrededor, lo que es síntoma de la cicatrización y restauración de la zona. La mejoría es progresiva y gradual, aunque una mínima hinchazón puede mantenerse, sobre todo en la punta, durante unos meses. El resultado definitivo se obtiene en 1 año aproximadamente.