La medicina hiperbárica, también conocida como oxigenoterapia hiperbárica, es el uso médico del oxígeno puro al 100% en una cámara presurizada, llamada cámara hiperbárica.
Los tejidos del cuerpo necesitan una provisión de oxígeno adecuada para funcionar y, cuando un tejido se lesiona, necesita incluso más oxígeno para sobrevivir. El oxígeno hiperbárico puede ayudar a recuperar funciones fisiológicas que están frenadas y, también puede actuar como un fármaco si la falta de oxígeno es la causa principal del trastorno del paciente.
En una cámara de oxigenoterapia hiperbárica, la presión se eleva entre dos y tres veces más que la presión normal del aire. En estas condiciones, los pulmones pueden albergar mucho más oxígeno de lo que sería posible respirando oxígeno puro a la presión normal del aire. Cuando la sangre transporta esta cantidad adicional de oxígeno a todo el organismo contribuye a combatir las bacterias y estimula la liberación de sustancias denominadas "factores de crecimiento" y "células madre", que favorecen la cicatrización.
La cámara hiperbárica sirve para tratar:
- Enfermedades como la diabetes, que hacen que llegue menos oxígeno a las células. También en el pie diabético y otros problemas de cicatrización porque acelera el proceso de reparación de tejidos.
- Si se está recibiendo radioterapia, contribuye a preservar el área sana próxima a la zona afectada, mejora la radio sensibilidad en el tratamiento de algunos tipos de cáncer y ayuda a contrarrestar los efectos secundarios de la radioterapia.
- Accidentes de descompresión en buceo o problemas de intoxicación por monóxido de carbono.
- También es útil frente a la sordera súbita o la pérdida de visión súbita e indolora, una anemia grave, injertos de piel, lesiones cerebrales traumáticas, absceso cerebral e infecciones crónicas o que destruyen tejidos, entre otros usos.