El estudio de arquitectura con sede en Barcelona, Arquitectura-G, recibió el encargo de realizar la renovación de una antigua vivienda en la que la normativa urbanística solicitaba el mantenimiento de la fachada a la calle. La oficina de arquitectura proyectó una vivienda detrás de la fachada que se abre a un jardín posterior.
Se trata de una casa tras una antigua fachada que desciende en dos niveles hacia el jardín trasero, donde la casa revela su tamaño real. Los niveles están formados por losas que cubren el vano entre medianeras por lo que la casa queda totalmente abierta. Las losas se rompen en el medio de la casa dividiéndola en dos partes y creando balcones interiores por donde pasan todas las circulaciones. Este espacio central está coronado por un lucernario superior que aporta luz natural a todo el volumen.
La vegetación juega un papel fundamental en la casa ya que recorre todos los espacios, tanto interiores como exteriores, estando presente en todas las vistas.
Abrazando el jardín y también abriéndose por completo a él, la estructura de la vivienda se organiza mediante grandes forjados apoyados en los muros medianeros. En el interior las losas se rompen y permiten un gran espacio vertical interior iluminado cenitalmente, al que se abren balcones y circulaciones.
Imágenes de Maxime Delvaux.