El arquitecto japonés Kengo Kuma ha diseñado, junto al iluminador italiano Mario Nanni, el nuevo recubrimiento espacial que forma parte de ‘10D Experience’, con motivo de la reapertura de la Casa Batlló de Barcelona a los visitantes. La nueva ‘10D Experience’ nos permite, ayudados por la tecnología, sumergirnos en la mente del Gaudí mientras creaba su obra maestra.
Se trata de una intervención espacial que rinde homenaje al uso de la luz en la Casa reinterpretando el magistral trabajo de Gaudí. Casa Batlló, conocida como la Casa de la luz y del color, encargó la nueva escalera que cuenta con ocho plantas para que fuese una experiencia en sí misma. El arquitecto japonés ha utilizado 164.000 metros de cadena de aluminio de la marca Kriskadecor para vestir el atrio, la nueva escalera que comunica las ocho plantas y las carboneras.
Si la Casa Batlló es un homenaje a la luz del Mediterráneo, el proyecto de Kengo Kuma es un tributo al uso que hizo Gaudí de la luz en el edificio modernista. En palabras del autor, la luz "viaja desde el cielo brillante de la azotea hasta las oscuras profundidades de las carboneras". Su intervención plasma esta idea de forma abstracta, libre de los colores de la casa, de sus materiales y de su dimensión histórica.
El programa planteaba la necesidad de incluir un nuevo núcleo de comunicación vertical en el edificio para salvaguardar la seguridad de los visitantes y conservar el patrimonio. Se ha diseñado el recubrimiento de la escalera del final del recorrido, una intervención espacial que la viste con una nueva piel. Este proyecto, desarrollado en colaboración con el iluminador italiano, rinde homenaje a la elocuencia del uso de la luz en la Casa reinterpretando el magistral trabajo de Gaudí.
La colaboración de Kengo Kuma y Mario Nanni se ha planteado como un revestimiento de cortinas de aluminio. Se ha utilizado el aluminio como único material, aislando la intervención para apreciar la abstracción y simbología de la luz como elemento compositivo. La gradación de colores azules varía entre tonos oscuros y claros, contrastando con la colorida visión de la Casa Batlló de Gaudí.