GON, una arquitectura todo terreno

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Gonzalo Pardo es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) desde 2007, y doctor arquitecto desde 2016. Desde 2007 imparte docencia como profesor invitado en distintas universidades e instituciones, en materias con el denominador común de estar vinculadas a lo proyectual. En la actualidad es profesor asociado del Departamento de Proyectos Arquitectónicos en la ETSAM, donde imparte la asignatura de Proyectos en grado.

Ha sido comisario adjunto del pabellón de España en la 16ª Bienal de Venecia, y desde el año 2000 ha obtenido 41 premios nacionales e internacionales. Sus proyectos y obra construida han sido ampliamente difundidos en medios nacionales e internacionales, físicos y virtuales.


¿Quiénes sois?
Somos gon, una oficina de arquitectura y diseño con sede en Madrid dirigida por Gonzalo Pardo desde 2014.
Nuestra práctica se centra en la investigación y el desarrollo de proyectos arquitectónicos singulares de distinta escala que abarcan desde planeamientos urbanos a edificios o la construcción de interiores.

¿Quiénes componen el estudio?
En la actualidad la oficina está formada por Gonzalo Pardo y un equipo de profesionales, arquitectas y arquitectos, integrado por Carol Pierina Linares, María Cecilia Cordero, Laura Argüeso, Carlos Barranco y Álvaro Almazán.

¿A qué os dedicáis? ¿Qué tipo de trabajo realizáis?
Nuestra oficina está interesada en todas aquellas producciones arquitectónicas que, independientemente de su escala, presupuesto, lugar, cliente o grado de dificultad técnica, supongan un reto y nos animen a pensar en soluciones materiales, espaciales, tecnológicas, pero también constructivas y programáticas alternativas que se alejen de lo convencional. Dicho en otras palabras, el trabajo del estudio busca asumir riesgos. Siempre, sin excepción. Pensamos que esta premisa autoimpuesta es lo que realmente nos permite avanzar en nuestra disciplina y, en general, en la vida.
Esta ideología provoca que el estudio no se centre en el desarrollo de proyectos similares entre sí, sino que, por el contrario, nos seduce la diversidad y la mezcla. Entendemos cada encargo como una oportunidad para experimentar, innovar y reflexionar sobre temas que nos interesan como el espacio doméstico, los modos de vida o la ciudad y sus habitantes.
Pensamos y ejecutamos con la misma dedicación y pasión tanto proyectos de bajo presupuesto, como es el caso de una escuela de teatro y danza que acabamos de terminar en Las Tablas; un ciclo de exposiciones para el Colegio de Arquitectos de Madrid o un estudio todoterreno de apenas 30 m2 destinado a alojar a usuarios de Airbnb; como de presupuesto holgado, como la reforma de una vivienda grande en el centro de Madrid.
Por otro lado, participar en concursos nos ha facilitado el acceso a pensar y desarrollar ordenaciones urbanas como en el caso de AZCA, en Madrid; o el Puerto de Helsinki; edificios culturales como una biblioteca en Madrid, un teatro-auditorio en Llodio, en Álava; o una torre en Nueva York.
En la actualidad estamos terminando de proyectar un edificio de viviendas en un chaflán en el centro de Palma de Mallorca, que, si todo va bien, comenzará a construirse en otoño.
En general, el denominador común de nuestros trabajos es que intentamos adoptar una mirada lúdica, experimental, crítica y optimista de la contemporaneidad, en un diálogo constante basado en la observación y los detalles. Nuestro interés se enfoca en los procesos creativos de diseño y construcción arquitectónicos, así como en el papel de la mediación y comunicación de la arquitectura como vehículos fundamentales para la transformación del mundo en un lugar más sostenible, digno y libre.

¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
Todos nuestros proyectos se desarrollan de la misma manera: con mucho diálogo y a fuego muy lento. Somos un equipo que estamos constantemente hablando entre nosotros, y cada decisión es, prácticamente, colectiva. Escuchamos los puntos de vista de cada miembro del estudio porque siempre aportan una mirada distinta sobre el asunto que tengamos entre manos.
Estamos obsesionados con la calidad y el trabajo bien hecho. En este sentido, hay una frase de Ray y Charles Eames que nos inspira: “Los detalles no son los detalles; ellos hacen el producto”. A intentar conseguirlo dedicamos tiempo, no estamos interesados en terminar lo antes posible.
Cada proyecto tiene un cliente específico al que se le hace partícipe en todo momento tanto del proceso como de la toma de decisiones, y unos tiempos de desarrollo que, dependiendo de la escala, lógicamente varían. Procuramos cuidar mucho ambas cosas.
Nos interesa enormemente la condición narrativa intrínseca a cada proyecto. Es nuestra hoja de ruta, sin las historias no seríamos capaces de avanzar. Cada proyecto tiene un relato único.
Ensayamos el método de la prueba y error. Planteamos soluciones constructivas, materiales y espaciales a partir de modelos físicos y virtuales que nos permiten tomar decisiones, donde el dibujo es una herramienta fundamental tanto de visualización como de comunicación  entre nosotros y con el mundo.

¿Qué recomendaciones darías a los que empiezan?
Aunque no soy mucho de dar recomendaciones, creo que las nuevas generaciones deberían viajar mucho, leer más, saber escuchar y aprender a mirar distraidamente atentos porque en los lugares más inesperados puede aparecer un proyecto.


*Imágenes de Imagen Subliminal (Miguel de Guzman+Rocío Romero).